26 de julio de 2008

Sueños

Sube la escalera que te lleva al sótano donde penetra el sol de la noche de los sueños estrellados, navega por el parque del verde césped que se mezcla con el marrón del cielo de tus ojos para teñir de rojo fuego la sangre de mis venas secas y corre hacia el camino del final donde un principio nuevo espera la llegada del ocaso de los sueños.

25 de julio de 2008

Úsame

Úsame como ya hicieron. Limpia el polvo de anteriores inquilinos con mi corazón de trapo y trata de dejarme en la moqueta para seguir pisoteando mis sentimientos de juguete con el firme paso de tu orgullo, de tu necesidad de sangre azul y tus lágrimas falsas que no mojan.
Usa mi hombro para ahogar esas penas que a mí acabarán por matarme, vacía el cóctel de esos ojos de azul turbio como el cielo del norte, como nubes de tormenta de verano.
Estruja de nuevo mi corazón inerte y desparrama su jugo por lo que quedó de mí impregnado en tu recuerdo, y deja que la indiferencia te embauque y me borre de tu mente.

6 de julio de 2008

Me marcho de nuevo

Como ya prometí hace ahora tres largos años, vuelvo a la Gran Bretaña. Y no lo hago a Stoke, esta vez no. Esta vez busco algo más, esta vez quiero hacer algo distinto, y no hay mejor lugar que la gran capital de los cosmopolitas como yo pretendo ser.


Londres me espera esta vez, la londres del Big Ben, la londres parlamentaria, la del Támesis, la de Noting Hill y los navajazos callejeros, la Londres de The Globe, la Londres de los Rollings.

Como siempre, dejo esta tierra, que nunca sentí mia, para poco tiempo, y antes de que el calor de agosto empiece a extinguirse ya estaré de vuelta. Con unos pocos días más de vida, sólo unos pocos, pero con millones más de recuerdos de esos que no se olvidan.

Me voy, y volveré, ese es el plan, como todos los que hago. Pero la vida, ya lo dijo alguien, es lo que nos sucede mientras tratamos de cumplir nuestros planes. Y si mis planes se rompen, que lo hagan mientras viajo. Si el destino se interpone entre yo y mis planes, que lo haga mientras vuelo... que me lleve a tierras nuevas, a lugares insólitos, ante gente desconocida que no me juzgue al llegar, al lugar más inesperado.

Si el destino se interpone, que no lo haga en mi casa, que no me coja sentado, que nunca me permita echar raices, pues no soy un árbol, que lo haga mientras estos pies, que en un tiempo vacilaron, caminan por sendas nuevas, y que me haga pasear por donde antes no lo he hecho, que me lleve a donde quiera... sólo intentaré seguir aprendiendo.