Todavía algunas veces me arrepiento
de haberte abandonado aquella tarde
sin decirte nada, fui tan cobarde...
Reprimiendo un beso, y un lamento.
Todavía a veces, y a solas recuerdo
como vi alejarse, en un sutil adiós
los soñadores ojos de mi amor...
En su quimera aún a veces me pierdo.
Y perdido ahora, trato de buscar
un motivo que te guarde para siempre
en ese cajón de lo eterno y acabado
Sal ahora de mis noches, y déjame amar;
deja que un nuevo sueño entre en mi mente.
No temas: no pisará tu suelo mojado.
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