Nublada noche, oscuro firmamento
gatos negros, vampiros y fantasmas,
momias y un sinfín de gente sin alma;
brujas que han venido a infligir tormento.
En la noche mi reloj pasaba lento,
rodean a la muerte figuras altas,
y un mago apuesta vidas a las cartas;
Alguien la ha perdido, se oye un lamento,
Pero no seré yo, porque esta noche
voy a dormir aquí, veré el amanecer
de este castillo de oro, sombra y lujo.
Donde ya no habita un rey, ni habrá corte,
donde no hay testigo de que pude ser
en la tiniebla víctima de un embrujo.
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