Nuevo sueño que apareces en este otoño en el que caen las esperanzas de los árboles de antaño, ven y acércate para que pueda confiar en ti. Para poder habitarte sin el miedo del que no puede ver; para poder hablarte con la seguridad de quien sabe escuchar.
Apóyate en mí para que no te deje caer, coge mis manos por primera vez, mira mis ojos sinceros, toca mi voz y acaricia la mirada que hoy es sólo para ti.
Dulce, sin rozar lo empalagoso. Así eres, sueño nuevo de otoño, así quiero yo que seas, sin pretender cambiarte. Porque ya estás en mí de alguna forma, y aún no te he pedido permiso. Porque, en cierta manera, ya te pertenezco yo también a ti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario