1 de enero de 2009

Ódiame







Ódiame, sin medida, sin control,
odia todo lo que tengo para ti;
No te importe lo que yo pueda sentir,
que cuando tu me odias no siento dolor.

Acepta mi cariño y dame rencor,
ódiame como a Abel odió Caín,
ódiame cada noche, ódiame así...
Ódiame, pero nunca digas adiós.

Ahora, con todas tus fuerzas, ódiame
con la sinceridad de un niño al mirar,
que de indiferencias ya me he cansado.

No temas odiar al máximo, atrévete.
Porque el que aprende a odiar, ya sabe amar,
y quiero un corazón ya desatado.

No hay comentarios: