24 de junio de 2008

Mi barco y yo

Y entonces desperté: sólo era un sueño

de un rugir de olas, de espuma blanca,
de mensajes en botellas y un tesoro
escondido, de oro y esmeraldas.

Era un sueño de viento, de aire fresco,
sólo vi el horizonte, y un timón.
Dos almas en el mar, a la deriva
solos, mi barco y yo.

Y entonces desperté: todo era falso.
La libertad tan fresca, el sol tan alto,
la inocencia de un pirata perdido,
que no sabe donde está, ni cuándo.

Pero sólo estoy aquí, sobre mi cama.
Sin velero, sin sirenas a estribor,
soñando con estar, perdidos en la mar
solos, mi barco y yo.

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