27 de junio de 2008

Soneto a la tristeza de no saber por qué

Por las tardes que no salimos,

por los batidos que no te tomaste,
porque mis intentos no eran bastante
para dejar de ser sólo cautivos.

Por ser yo del mundo de los vivos,
do habitan los hombres, por siempre errantes
y el tiempo es lento para los amantes
que huyeron buscando el gozo furtivo.

Porque tú eres distinta, de otro mundo
al que a mí nunca me dejarán entrar.
Porque no eres de donde naciste.

Porque por tí con la brisa me fundo
para que te me acerques al respirar.
Porque estoy sin tí, por eso estoy triste.

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